El sueño de calidad juega un papel clave en el mantenimiento de la salud del corazón y los vasos sanguíneos. La falta de sueño puede provocar un aumento de la presión arterial, un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y el desarrollo de obesidad. Se recomienda dormir de 7 a 9 horas por noche para adultos. Dormir regularmente al mismo tiempo ayuda a establecer ciclos de sueño y vigilia más estables. También es importante proporcionar un ambiente cómodo para dormir: una habitación tranquila y oscura, una cama cómoda y sin irritantes.